Pintor, escultor, tipógrafo y diseñador gráfico, Vicente Rojo fue un creador plural que consiguió, como describe Carlos Monsiváis, «la conjunción perfecta del pensador y el artesano o si se prefiere del filósofo y del artista». Nacido en Barcelona en 1932, viajó a México con diecisiete años para reunirse con su padre, exiliado político. Allí entró en contacto con artistas como Miguel Prieto y José Moreno Villa, con los que asimiló la tradición cultural española anterior al 36 y se convirtió en una figura clave de la renovación estética en la edición cultural mexicana. Prueba de ello es la exposición Vicente Rojo. Obra compartida que organizó en 2002 la Residencia de Estudiantes, en la que se reunieron por primera vez las obras que el artista realizó a lo largo de varias décadas en colaboración con poetas y escritores como Octavio Paz, José Emilio Pacheco, José-Miguel Ullán, Álvaro Mutis, Andrés Sánchez Robayna o Fernando del Paso, entre otros. El reciente fallecimiento de Vicente Rojo es la ocasión para recuperar y compartir su obra a través del catálogo de aquella muestra.
Catálogo
Vicente Rojo. Obra compartida
Rústica. 21 × 24 cm, 120 págs.
147 ilustraciones
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Vicente Rojo, en su estudio en Coyoacán, en la Ciudad de México. Foto de Gladys Serrano.
Octavio Paz. Discos visuales, 1968. Offset, 26 x 26 cm. Editor: Ediciones Era, México.
Vicente Rojo. Jardín de niños, 1978. Serigrafía y collage. 37,5 x 33 cm.
Vicente Rojo Almazán nació en 1932 en Barcelona, ciudad en la que hizo estudios de escultura y cerámica. Su padre, Francisco, miembro del Partido Socialista, inició el viaje en 1939 desde Burdeos rumbo al puerto de Veracruz en el barco Ipanema, un vapor que llevaba a otros 994 refugiados españoles. El futuro artista era sobrino del general Vicente Rojo, último jefe del Estado Mayor del Ejército Republicano, quien organizó la defensa de Madrid frente a las tropas franquistas En México estudió pintura y tipografía, realizando durante más de cincuenta años una extensa obra como diseñador gráfico, pintor y escultor. Colaboró, además, en la fundación de editoriales, suplementos culturales y otras publicaciones.
A lo largo de su carrera, Vicente Rojo llevó a cabo numerosas exposiciones individuales y participó en incontables muestras colectivas en todo el mundo. Su obra se agrupa en cinco series principales: Señales, en la cual trabaja con formas geométricas básicas; Negaciones, surgida de su intención de que cada cuadro negara al anterior y al que le seguiría; Recuerdos, nacida de su intento de abandonar una infancia difícil; México bajo la lluvia, concebida un día que vio llover en Tonantzintla, y Escenarios, compuesta de miniseries y que es un repaso de sus temas anteriores y una suma de los mismos. A partir de 1980 comenzó a alternar la pintura con la escultura, en un intento por enriquecer su trabajo, en cuyo centro alienta la intención de reflejar, «como en un juego de espejos, dos soledades, la del creador y la del posible espectador».
Su obra se ha mostrado en exposiciones colectivas en el Museo Universitario de Ciencias y Arte (México, 1973), en la Universidad de Texas (Austin, 1978), en el Museo de Arte Moderno (México, 1981 y 1996), en la Biblioteca Nacional (Madrid, 1985), en el Museo de Arte Carrillo Gil (México, 1990), en el Klingspor Museum (Francfort, 1992), en el Museo Casa de la Moneda (Madrid, 1996), en el Museo Nacional Reina Sofía (Madrid, 1997), en la Tecla Sala (Barcelona, 1997), en el Círculo de Bellas Artes (Madrid, 1997) y en el Museo José Luis Cuevas (México, 1998 y 2001), entre otros.
Vicente Rojo visitó la Residencia de Estudiantes en noviembre de 2002 con motivo de la exposición Obra compartida que recogía el fruto de la relación mantenida por Rojo con poetas y escritores y que mostraba sus diseños en armonía con los textos y poemas de amigos como Octavio Paz, José Emilio Pacheco, Álvaro Mutis, Andrés Sánchez Robayna o Juan Villoro, entre otros. El catálogo de la exposición forma parte de las Publicaciones de la Residencia de Estudiantes.
Le fueron otorgados el Premio México de Diseño y la Medalla al Mérito en las Bellas Artes (España). En 1992 la Asociación Internacional Icograda le otorgó el premio de Excelencia en Diseño Gráfico, y en 1993 fue designado Creador Emérito por el Sistema Nacional de Creadores de Arte. En 1998 la UNAM le otorgó el doctorado honoris causa. En 2006, el gobierno español le otorgó la Condecoración de la Encomienda de la Orden de Isabel La Católica.
Rojo perteneció al grupo de artistas denominados de ruptura, aunque él consideró que era más bien de continuidad; renovador de la forma y del color, hizo variantes de un mismo tema y logró que toda su obra fuera igual al mismo tiempo que diferente; como editor contribuyó a la calidad de la industria editorial mexicana y creó con sus discípulos la más original generación de diseñadores.
Vicente Rojo Almazán falleció el 17 de marzo de 2021 en la Ciudad de México, a los 89 años de edad.