Francisco Giner de los Ríos, Manuel B. Cossío y Gumersindo de Azcárate viajan un frío día de noviembre de 1885 a Villablino (León) para reunirse con Francisco Sierra-Pambley, un hacendado que les había invitado a su casa para pedirles ayuda en la puesta en marcha de una institución a la que había decidido donar su fortuna. En su breve novela Las lecciones de las cosas, el escritor leonés Luis Mateo Díez recrea las conversaciones que mantuvieron sobre la que poco después iba a ser la Fundación Sierra-Pambley, que abrió escuelas de enseñanza gratuita en varias localidades de León y Zamora, y supuso la expansión a esa región del modelo pedagógico de la Institución Libre de Enseñanza. El proyecto logró un récord de alfabetización en la comarca, además de desarrollar una formación profesional en Villablino novedosa en Europa que favoreció la creación de una floreciente industria.