En la madrileña barriada obrera de Tetuán, en plena Glorieta de Cuatro Caminos, abría sus puertas en enero de 1918 el Grupo Escolar Cervantes, primer centro público de ensayo de nuevos procedimientos pedagógicos al que meses más tarde acompañaría el Instituto-Escuela. Marcado por el impulso de su director, Ángel Llorca, y con la ayuda de jóvenes docentes como Justa Freire, el Cervantes se convirtió en un modelo de innovación educativa y centro de cultura abierto al barrio. Su historia forma parte de la exposición Laboratorios de la nueva educación. En el centenario del Instituto-Escuela que puedes visitar en http://laboratorios.fundacionginer.org.