«Pienso que la vida nos la fabricamos, con mayor o menor libertad y capacidad, y que puestos a inventarnos el paisaje en el que vivir y el paisanaje con el que cohabitar, lo mejor es hacerlo con risas y diversión, que bastantes palos nos da ya la vida, o los que gobiernan la vida, como para encima tomarnos su lectura por el método dramático». Así explicaba José Luis Cuerda uno de sus «inteletos», las ocurrencias e ideas peregrinas que construyen el libro «Me noto muy cambiá» (Pepitas de Calabaza Ediciones) y que presentó hace hoy cuatro años en la Residencia de Estudiantes. Revivimos aquella hora de cohabitación con el pensamiento, el humor y la presencia del director de La lengua de las mariposas, Total y Amanece que no es poco para que, con toda la que ha caído y la que está cayendo desde que nos dejó a principios de febrero, a nadie se le ocurra plantarle cara al alba al grito de «¡yo no aguanto este sindiós!». Puestos a fabricarse la vida, que sea con Cuerda y «hasta aquí hemos llegado».