En Sonrisas y lágrimas, los siete huérfanos von Trapp aprendieron cantando los pilares de la educación musical: «para leer estudiáis el abecé y a cantar empezáis con do-re-mi». Como Julie Andrews, aunque con métodos seguramente menos pegadizos y empalagosos, también «los institucionistas percibieron, desde el comienzo de sus tareas educativas, la necesidad de aportar una formación musical de calidad al ciudadano español, considerando la música como un elemento sustancial de la “cultura general humana”». Así se explica en la presentación del Boletín de la Institución Libre de Enseñanza, de octubre de 2009, dedicado a «Música y educación». Una prueba de aquel estrecho vínculo es el Cancionero popular de la Institución Libre de Enseñanza, recuperado en 2012. Acompañan a ambas publicaciones vídeos de actividades celebradas en la Residencia de Estudiantes en los que se habló de la relación de la música con las matemáticas y la neurociencia. En ninguno de ellos se avisó de que «otra vez ya viene el dooooooooo».
Cancionero popular de la Institución Libre de Enseñanza
Edición de Víctor Pliego de Andrés
Publicaciones de la Institución Libre de Enseñanza, 2012